En realidad, ha ocurrido muchas veces. El estudio de las rocas de la corteza terrestre revela que el eje magnético de la Tierra se invierte entre tres y siete veces cada millón de años. Y aunque no es nada fácil determinar el momento en que esto ocurrirá nuevamente, los geólogos están observando una serie de indicios que abonan la teoría de que este evento podría tener lugar pronto. En primer lugar, está el análisis estadístico: esto no ha sucedido desde hace 780 mil años, el período estable más largo de los últimos 5 millones de años. Y no es un dato menor, ya que si se trata de algo que ocurre en promedio una vez cada 200 o 300 mil años, el que haya transcurrido más de tres veces ese tiempo desde la ultima vez que tuvo lugar significa que -estadísticamente hablando- sea muy probable que ocurra muy pronto. Pero hay otras señales, más claras y preocupantes.
Los geólogos creen que el polo magnético, que como dijimos no coincide con el Polo geográfico que marcamos en los mapas, se mueve debido variaciones en el núcleo de hierro fundido del planeta. En 1831 se determinó la ubicación del polo norte magnético por primera vez, y desde entonces se ha registrado su posición año a año. Y es aquí donde aparecen los indicios más claros de que “algo está por ocurrir”. Según Jeffrey Love, del Servicio Geológico de USA en Colorado, quien ha estado investigando el tema durante años, el polo norte magnético se está moviendo mucho más rápido que en cualquier otro momento de la historia. Durante dos siglos se ha localizado en las frías estepas canadienses, pero avanza hacia el territorio ruso a unos 65 kilómetros por año. La velocidad de desplazamiento se ha incrementado un 30% a lo largo de la ultima década, lo que hace pensar a varios científicos que se trata del preludio de un inminente cambio. Esto podría afectar varios aspectos de la vida cotidiana sobre nuestro planeta, desde la seguridad del transporte moderno a las tradicionales rutas de migración de algunas aves
El aeropuerto Adolfo Suarez-Barajas de Madrid modifica las designaciones de sus pistas 15/33
Las pistas 15/33 son las dos situadas más al sur del Aeropuerto y utilizadas, habitualmente, para los aterrizajes. Este cambio comporta una serie de cambios tanto en el área de movimiento de las aeronaves, la numeración en las pistas, los carteles y otras señales visuales, y las menos obvias como correcciones en sistemas de información, planos o documentación de acuerdo a los procedimientos y acuerdos internacionales. Las pistas de aterrizaje y despegue disponen de una señalización pintada sobre la superficie, cuyo objetivo es permitir que los pilotos puedan identificar fácilmente la pista y el lado de ésta que deben utilizar. Éstas se construyen de tal manera que se adaptan a los vientos predominantes en el lugar, señalizando su dirección respecto al norte magnético. Esta señalización formada por dos denominadores, uno para cada uno de los dos sentidos, consta de un número de dos cifras, que al multiplicar por 10 nos da el ángulo que forma su eje desde la cabecera con el norte magnético. La cabecera opuesta, estará denominada con el ángulo de complemento, es decir de 180° de diferencia. Esto permite que los pilotos puedan identificar la pista, al coincidir el nombre de ésta con el rumbo magnético que marca su brújula.
No hay comentarios:
Publicar un comentario